Atenção..

Prezado visitante.

O mundo contemporâneo assiste a uma explosão de seitas e doutrinas; gurus aparecem por toda parte oferecendo algo novo, que na maioria das vezes não é mais que uma mistura de fragmentos de doutrinas reunidos em visões pessoais, nas quais os aspectos práticos do misticismo (exercícios, meditações etc,) são afastados de seu contexto de origem, criando assim, graves perigos para quem os pratica e dos quais, portanto, esses mesmos gurus não se fazem responsáveis pelos males causados.

domingo, 13 de abril de 2014

El Séder de Pesaj: Una perspectiva cabalística

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Una mirada más profunda a la matzá, el karpás, el jaroset y más.

Nos referimos a lo que hacemos esta noche como Séder, que significa ‘orden’. Pero entonces, ¿por qué todo lo que describe la Hagadá sobre la liberación del pueblo judío de Egipto —como las Diez Plagas y la Partición del Mar— es completamente anormal y fuera de todo orden?

Los cabalistas explican que todo lo que tienes que hacer es mirar la historia judía para darte cuenta que para el pueblo judío, las cosas que están “más allá del orden natural”, son el “orden natural de las cosas”. Lo milagroso es la norma.

Una vez que entendemos esto, podemos comenzar a explorar cada uno de los ítems de la mesa de Pesaj.

  • Matzá.
  • Vino.
  • Un plato de Séder con:

- Karpás (apio, pepino, perejil o papa).
- Maror (lechuga o rábano picante).
- Jaróset (mezcla de manzanas, nueces y vino).
- Hueso (Zeroa).
- Huevo.

Vino

El judaísmo parece estar obsesionado con el vino. En ocasiones espirituales —una boda, un brit milá, Shabat— el judaísmo siempre incluye una copa de vino. ¿Por qué?

El vino se produce del material que está dentro de la uva. Viene de un lugar que está escondido y ejemplifica por tanto aquello que está escondido y que debe ser extraído. De la misma forma, la espiritualidad está escondida en nuestro mundo físico y necesita ser extraída.

Por esta razón, el valor numérico de la palabra en hebreo para vino, Yain, es el mismo que el valor numérico de la palabra en hebreo para secreto, Sod. El vino ejemplifica el "secreto" de lo físico, es decir lo espiritual. Por lo tanto, en cualquier ocasión o evento espiritual, el judaísmo agrega vino para sacar el potencial espiritual inherente que hay en ese evento. Como dice el Talmud, “cuando entra el vino, sale el secreto”.

Karpás

La palabra Karpás en hebreo tiene un doble significado. Karpás tiene el significado bíblico de una tela de color suave. Sin embargo, en el Séder nos hemos familiarizado con un significado diferente de la palabra Karpás: una verdura verde.

¿Cuál es la conexión entre la tela Karpás y la verdura Karpás? Y, ¿qué tiene que ver la verdura Karpás con el Séder?

Rashi insinúa la conexión al explicar que la túnica especial de Iosef estaba hecha de Karpás, una tela suave y colorida.

Con el incidente de la túnica de Iosef comenzó el descenso del pueblo judío hacia Egipto. Cuando Yaakov le dio a Iosef esta vestimenta especial, los hermanos de Iosef se pusieron celosos. Esto llevó a que los hermanos vendieran a Iosef a unos comerciantes, quienes a su vez lo vendieron como esclavo en Egipto.

Antes de entrar en los temas principales del Séder, es decir la esclavitud del pueblo judío y su redención, comemos Karpás, el cual nos da una pista de cómo llegamos a la esclavitud egipcia en primer lugar.

Agua salada

La sal tiene la característica de ser incomible por sí sola, pero hace que todo lo demás sea más sabroso. Por esta razón, la sal es la escencia del sufrimiento.

Hay dos perspectivas del sufrimiento: sufrimiento sin sentido y sufrimiento con sentido.

El sufrimiento sin sentido es sufrir sin razón, valor u objetivo ulterior, y es por lo tanto completamente amargo. Está basado en una visión estrecha de la vida: “lo que está frente a mis ojos es todo lo que hay y no hay un esquema mayor”.

Nosotros entrecerramos los ojos para enfocarnos en algo a la distancia.

Los cabalistas explican que por eso la reacción natural de una persona acongojada es cerrar sus ojos, ya que los ojos físicos no ven el propósito espiritual. Tal como una persona entrecierra los ojos para enfocarse en algo que está a la distancia, uno puede cerrar completamente sus ojos para enfocarse en algo que está a la “distancia espiritual”.

El sufrimiento con sentido en cambio, adquiere un sabor agradable cuando uno entiende el contexto mayor, que todo viene de Dios y que finalmente será para bien.

En el Séder untamos el Karpás en agua con sal para representar el concepto de sufrimiento con sentido: que podamos ver todo sufrimiento de la vida como una cirugía para nuestra posterior mejoría, en lugar de verlo como una tortura sin sentido. (Además, untamos el Karpás en agua con sal para representar las lágrimas que fueron derramadas por el pueblo judío mientras fueron esclavos de los egipcios).

En el Mar Muerto podemos ver un ejemplo de esta dualidad de la sal. Debido a su alta concentración de sal, el Mar Muerto no contiene vida dentro de él; pero sin embargo, tiene una increíble capacidad para sanar. Por sí mismo el Mar Muerto es “desagradable”, pero cuando una persona se sumerge en él es “sanada”.

Hueso

El hueso no se come en el Séder, sino que es un recordatorio del cordero de Pésaj que se ofrecía durante la época del Templo. El mensaje que está detrás de esta ofrenda puede inferirse de sus leyes:

El cordero debía tener un año de edad, no tener ningún hueso quebrado, y debía ser consumido completo en una casa, todo lo cual representa el tema de la unidad y la unicidad. Los cabalistas explican por lo tanto que el Korbán Pesaj era una expresión de la unidad entre Dios y el pueblo judío.

Además, la ofrenda debía ser específicamente un cordero ya que de acuerdo a los sabios, el cuerpo completo de un cordero siente el dolor de cada uno de sus miembros, lo cual hace alusión al destino compartido que tiene cada uno de los judíos.

Matzá

La matzá se conoce como el Pan de la libertad y como el Pan de la pobreza. ¿Qué tiene que ver la pobreza con la libertad?

Los cabalistas explican que una persona pobre está por lo general sola y sin nada. Sin embargo, en otro sentido, esta imagen de la pobreza contiene una cierta esencia de libertad: si él no tiene nada, entonces no tiene ninguna amarra que lo detenga. Similarmente, nuestros sabios enseñan que "acumular posesiones es acumular preocupaciones". O en lenguaje coloquial, “más dinero, más problemas”.

Llevando esto a otro nivel, la libertad más profunda que puede alcanzar una persona es dentro de sí mismo —liberarse de los instintos propios, inclinaciones, naturalezas y hábitos—, lo cual le permitirá ser realmente capaz de tomar decisiones de forma libre.

Esa es la esencia de la matzá: simple harina y agua, sin ningún otro agregado o aditivo.

Igual como entra al horno, así mismo es como sale.

Adicionalmente el Zohar, la obra principal de la cábala, se refiere a la matzá como “alimento de fe”. Esto es porque a diferencia del jametz, que leuda por sí mismo, la matzá no hace nada por sí misma. Todo es hecho por su creador. Igual como entra al horno, así mismo es como sale. El mensaje de la matzá es que el mundo natural no se maneja solo, sino que todo es manejado por el Creador.

Y este es también el mensaje de los milagros que ocurrieron en la redención judía de Egipto. Los egipcios creían erróneamente que el mundo se manejaba de acuerdo a las constelaciones y que no había nada superior moviendo los hilos. Interesantemente, fue la civilización egipcia la que inventó el pan leudado, el pan que se “eleva por sí mismo”.

Maror, hierbas amargas

Es bien sabido que el objetivo del Maror es ayudarnos a conectarnos con la amargura de la esclavitud egipcia. Pero, ¿por qué los judíos se encuentran tan a menudo esclavizados y son constantemente maltratados?

La cábala dice que cada nación tiene un ángel que está a cargo, un “emisario” de Dios. La única excepción es el pueblo judío, quienes tienen a Dios directamente sobre ellos.

Cuando el pueblo judío se apega a Dios, no hay forma alguna de que otra nación haga valer su voluntad o que gobierne sobre ellos. Sin embargo, si el pueblo judío se aleja de Dios, quedan desprotegidos, e inevitablemente caen bajo el amargo control de otra nación.

Jaróset

Los sabios dan tres razones para comer Jaróset:

  1. El Jaróset, al ser una sustancia pastosa, conmemora la argamasa con la que los judíos trabajaban cuando construían en Egipto.
  1. En Egipto, las mujeres judías, creyendo que pronto serían redimidas, seducían a sus esposos, quienes estaban exhaustos y frustrados por la difícil labor, para continuar teniendo hijos y perpetuar de esta forma la nación. En cábala, la fruta tapuaj (usualmente traducida como ‘manzana’ o ‘cítrico’) es una referencia a la feminidad. Por eso el frutal Jaróset rememora la rectitud de las mujeres que afirmaron su feminidad de esta loable manera.
  1. El Jaróset nos recuerda la sangre, ya sea la sangre judía derramada en Egipto, o la primera de las Diez Plagas en la cual el agua de los egipcios se convirtió en sangre.

A partir de estos diferentes significados que hay detrás del Jaróset, podemos ver que el Jaróset es tanto "amargo" como "dulce" de forma simultánea. Quizás esa es la razón por la cual el dulce Jaróset se come junto con el amargo Maror: por un lado, el Jaróset es un recordatorio de eventos amargos, pero por el otro, endulza al amargo Maror.

Huevo

Durante la época del Sagrado Templo, el pueblo judío llevaba una ofrenda festiva llamada Jaguigá. Pero durante el actual exilio espiritual del pueblo judío, en lugar de eso ponemos un huevo en el plato del Séder de Pésaj. El huevo es asociado con el luto debido a que es redondo y, por lo tanto, simboliza el ciclo de la vida. Inspira sentimientos tanto de pesar como de consuelo, ya que por un lado sabemos que no tenemos actualmente el Templo ni podemos ofrecer esta ofrenda, pero por el otro lado tenemos esperanza y rezamos para estar “el próximo año en Jerusalem reconstruida”.

terça-feira, 28 de janeiro de 2014

A Cabaláh da Vida

Uma Lição de Vida, Uma Lição de Cabaláh

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Os cabalistas ensinam que somos responsáveis por tudo que acontece em nossas vidas.

Não existe vítima, Não existe acaso,Não existe acidente.

Nós mesmos podemos atrair todos os eventos de nossa vida.

Quer saber qual a causa de qualquer acontecimento negativo?

É o comportamento em relação a outras pessoas, seja nessa vida seja em vidas passadas

Tratar outro ser humano não como seu ser igual, fazendo dele maior ou menor, é a causa espiritual das doenças e de qualquer forma de caos.

E a cura deve vir da alma, da transformação espiritual.

Quando nos tornamos pessoas melhores, conectamo-nos com a Força do Criador.

A fonte de toda plenitude e cura.

Seja o melhor que puder ser para todas as pessoas ao seu redor: elas fazem parte da sua vida.

Com elas ou por elas, terás a paz que procuras no coração.

terça-feira, 14 de janeiro de 2014

A Angústia.

 

angustia

A angustia é o eu, é o sujeito fragmentado da Totalidade. A angustia é estar, em vez de ser. Ser – sem contenção. Solidão de algo que gira aleatoriamente no espaço cósmico.

Sou – quando me reconheço parte de. Quando te reconheço parte de. Quando te vejo – e me vejo a mim, na perspectiva de um caminho que eu e tu, amada, filho, pessoa, mulher, homem, construímos juntos, mesmo sem conhecermos o traçado do caminho, nem a sua finalidade.

Mas quando percebermos que a finalidade está fora de nós, e que estamos a serviço da totalidade, o Eu se aproxima do Divino, acalma-se, veste-se de beleza, e encontra D’us no caminho.

Pois somente aí Ele deve estar, somente aí.

E Ele tem um rosto, o único que nos é dado compartilhar: o rosto da felicidade, do bem-estar e da paz.

Jacob (o terceiro patriarca) foi-se embora de sua casa. Iniciou uma longa travessia. Partia em busca do amor e fugia do ódio do irmão. Haviam brigado pela futura herança do pai, pelo poder de mandar quando o pai morresse. Ele havia comprado a primogenitura a Esaú, seu irmão, e roubara-lhe a bênção do pai (desde a visão de Esaú). Agora Jacob, fugia de seu irmão, que queria matá-lo.

Caim e Abel se repetem sempre. Como diz um famoso escritor Latino-americano e estudioso da Cabaláh: “Não sei às vezes sou Caim, às vezes sou Abel”.

É a historia de um mesmo homem que vai mudando de papéis, ora o ódio, ora o outro, ora o ego envenenado pelo vírus da Nachash, a Serpente.

Só em seu caminho, arrependido, perseguido, sem irmão, sem pais, sem lar, Jacob caminhava em busca da transformação. Não queria mais lutar, não desejava continuar nessa corrida venenosa na direção do poder, de ser mais que o outro, de dominar e sobressair-se.

Quase nu, andrajoso, com o cajado das estradas desconhecidas e os olhos que divisam horizontes, Jacob caminha.

– O ódio – disse o mestre da clareza – é o teu primeiro irmão, o que surge espontaneamente. Esta aí. Então é preciso partir, arrancar a pele do ódio e ir. Porque o amor precisa ser construído, alimentado, um grãozinho de areia sobre outro, é um trabalho. O ódio é irmão, está ao lado; aparece no mundo e esta aí, te dá a mão de sua fraternidade essencial. É preciso ir-se, se afastar de si mesmo, do ódio irmão, em direção ao que não é irmão, mas criação, amor. Não digas o que sentes, mas o que fazes, o que crias, o que amassas e modelas.

Assim fez Jacob, e por isso foi-se embora da comodidade dos ódios consagrados da sociedade, que convida os homens a competirem uns com os outros, a se superarem, a ganharem, a submeterem, a serem mais, a possuírem mais.

Primeiro é necessário ir, partir na direção da dura tarefa do amor, que começa no deserto, no ermo, no esvaziamento interior. Que produz ódio, se ficamos estáticos, se não fazemos a tarefa de vir para ir.

O principio da filosofia de Abraham, o patriarca, o monoteísta, que partiu deixando atrás angustia, ódios e foi em caminho do dar, de amor, de agregar, de construir.

Abraham o patriarca, o criador do Livro “Sefer Yetsiráh”, Livro da formação, para poder formar, devemos informar, ensinar, apagar angustia e dar lugar ao respeito e amor, que ocupa o espaço que não da lugar a o ódio. Partir e construir, ser Jacob, e afastar-se de Esaú. Conformar para entender a idiossincrasia da sentencia humana que permite-nos poder reconstruir aquilo que angustia fragmentou.

Mensagem para meditar

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O intelecto e o regozijo são dois mundos: o primeiro, o intelecto é um mundo frio e calmo, e o segundo, o regozijo, é um mundo efervescente e impulsivo. Este o trabalho de coração, avoda lev, do ser humano: integra-los, relacioná-los, compatibilizá-los, para que seja um. Nesse instante a impetuosidade se converte em aspiração, e o intelecto torna-se uma guia para uma vida de avoda lev (serviço do coração a D’us) e ação prática, realização com equilíbrio.